30.12.13
La Rosandra y el Puerto de La Ragua
Al día siguiente de nuestra llegada al pueblo de La Calahorra visitamos una zona boscosa llamada La Rosandra, con grandes árboles y un riachuelo...
29.12.13
6.12.13
4.12.13
26.11.13
Elche
Pues de pronto y sin pensarlo dos veces, decidimos irnos a Elche, una escapada rápida, con visita al Safari incluida... ¡Y menuda visita!
Y es que en pleno noviembre, los animalitos tenían tanto frío como nosotros, y estaban perezosos y sin ganas de fiesta... Además de otros pocos despistados con niños, estábamos mi Melowcoton y yo, los dos solos por allí, viendo tigres, cebras, leones y loros que no tenían muchas ganas de menear el esqueleto.
Y es que en pleno noviembre, los animalitos tenían tanto frío como nosotros, y estaban perezosos y sin ganas de fiesta... Además de otros pocos despistados con niños, estábamos mi Melowcoton y yo, los dos solos por allí, viendo tigres, cebras, leones y loros que no tenían muchas ganas de menear el esqueleto.
5.11.13
Granada y La Alhambra
Este es el primer viaje que hacemos mi MelowCotton y yo juntos, y solitos. Vamos a Granada, la ciudad de la Alhambra, las tapas y las cañas. Estábamos muy emocionados y lo planeamos todo deprisa y corriendo para así poder aprovechar unos días que ambos teníamos libres en el trabajo.
¡Y así, de buena mañana, cogimos carretera y manta rumbo a Granada!
Llegamos por la tarde, después de dar muchas vueltas por las calles de la ciudad, a nuestro hotel, que estaba en pleno centro y muy cerquita de la catedral, y esa tarde nos dedicamos a pasear por la ciudad y perdernos un poquito por sus calles.
Ya al día siguiente, y después de un desayuno de campeones, nos fuimos a visitar la Alhambra y el Generalife.
¡Menudo día de andar sin parar! Pero mereció la pena volver a visitar el castillo rojo y su patio de los leones, tan impresionante como recordaba de pequeña... Y todo, a tu lado.
¡Y así, de buena mañana, cogimos carretera y manta rumbo a Granada!
Llegamos por la tarde, después de dar muchas vueltas por las calles de la ciudad, a nuestro hotel, que estaba en pleno centro y muy cerquita de la catedral, y esa tarde nos dedicamos a pasear por la ciudad y perdernos un poquito por sus calles.
Ya al día siguiente, y después de un desayuno de campeones, nos fuimos a visitar la Alhambra y el Generalife.
¡Menudo día de andar sin parar! Pero mereció la pena volver a visitar el castillo rojo y su patio de los leones, tan impresionante como recordaba de pequeña... Y todo, a tu lado.
Fue un viaje precioso, por lo bonito de la ciudad y sobre todo, por la compañía.
1.9.13
Nuestra primera aventura juntos (pero no solos)
Esta es la primera vez que vamos a viajar juntos, es sólo un viaje exprés de ida, vuelta y poco más.
Nos vamos a Madrid, al estadio Bernabeu, y no porque seamos del Real Madrid, sino porque queremos verlo jugar contra el Athletic de Bilbao.
Tristemente perdió mi equipo, pero nosotros disfrutamos de una bonita aunque bree escapada, y de un "interesante" partido.
El ambiente en el estadio era sobrecogedor, tanta gente gritando, animando y disfrutando... Pero lo mejor sin duda alguna fue la compañía, ya que todo a tu lado es lo mejor.
Nos vamos a Madrid, al estadio Bernabeu, y no porque seamos del Real Madrid, sino porque queremos verlo jugar contra el Athletic de Bilbao.
Tristemente perdió mi equipo, pero nosotros disfrutamos de una bonita aunque bree escapada, y de un "interesante" partido.
El ambiente en el estadio era sobrecogedor, tanta gente gritando, animando y disfrutando... Pero lo mejor sin duda alguna fue la compañía, ya que todo a tu lado es lo mejor.
30.8.13
Historia de un comienzo
Nosotros nos conocimos un día de verano.
Como tantos otros romances de la épica estival... Pero diferente.
Nos conocimos en un desayuno, yo pedía un capuchino y el bromeaba bandeja en mano.
Nos conocimos guiados por la rutina del día a día.
Nos saludábamos por las mañanas y nos despedíamos al cierre.
Sonreíamos al cruzarse nuestras miradas.
Y al final tu sonrisa traviesa y tu primer paso nos llevaron a cogernos de la mano y a desear no soltártela nunca.
Te quise entonces y te quiero ahora.
Como tantos otros romances de la épica estival... Pero diferente.
Nos conocimos en un desayuno, yo pedía un capuchino y el bromeaba bandeja en mano.
Nos conocimos guiados por la rutina del día a día.
Nos saludábamos por las mañanas y nos despedíamos al cierre.
Sonreíamos al cruzarse nuestras miradas.
Y al final tu sonrisa traviesa y tu primer paso nos llevaron a cogernos de la mano y a desear no soltártela nunca.
Te quise entonces y te quiero ahora.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)